La amenaza sobre la desaparición de poderes en las entidades federativas
hecha por el senador de Morena, Félix Salgado Macedonio –y respaldada
por el presidente electo, quien ha dicho que no se dejará chantajear por
los Gobernadores del país-, es otra muestra
de que estamos cada vez más cerca de dar un salto al autoritarismo.
El conflicto entre el gobierno federal que aún no toma posesión y los
gobernadores tiene su origen en la reforma a la Ley Federal de la
Administración Pública Federal (LOAPF) que crea la figura de «súper
delegados», funcionarios federales que absorberán algunas
de las funciones que la Constitución concede a las estados.
De acuerdo con el nuevo gobierno, los «súper delegados» serán el enlace
de la Presidencia con los 32 gobernadores –algo contrario a la
Constitución que establece una coordinación directa entre ambos-,
vigilarán la aplicación de programas sociales federales
en cada estado, así como la entrega de becas y apoyos –lo que tiene un
innegable propósito electoral-, supervisarán el uso de recursos
públicos, y serán los responsables de la estrategia de seguridad pública
en los estados.
Resulta contradictorio e inaudito que estas tareas, complejas y
fundamentalmente técnicas, se las estén confiando, por entidad, a neo
políticos inexpertos, sin especialidad alguna, y cuyo único mérito es su
sumisa lealtad al gran tlatoani.
Ante la embestida del nuevo gobierno por acotar la función de los
Gobernadores, convirtiéndoles en figuras decorativas en sus propias
entidades, los mandatarios han decidido que sea la Suprema Corte de
Justicia quien determine la constitucionalidad de la medida.
Sin embargo, antes de andar el camino de las instituciones, el senador
Salgado Macedonio –de triste memoria para la mayoría de los mexicanos-
ha dicho que aquel gobernador que no se ajuste al lineamiento
constitucional, “desde aquí (el Senado de la República)
se puede dictar la desaparición de poderes”, cuando en realidad lo que
piden los Gobernadores es precisamente que se respete la Constitución.
Este sábado, luego de participar en la segunda caricatura de consulta
ciudadana dedicada al proyecto del Tren Maya y a la construcción de la
refinería en Tabasco, el presidente electo dijo que no va a ser rehén de
nadie ni se va a dejar chantajear, pues él
tiene un amo que es el pueblo de México, que lo eligió en las urnas el
pasado 1 de julio.
Parafraseando al presidente electo, los Gobernadores también tienen un
amo que es el pueblo de sus entidades federativas, quienes los eligieron
en las urnas. El origen de su legitimidad es la misma, así como su
obligación de someterse a la Constitución. En
ningún caso uno puede ser rehén del otro; ninguno de ellos llegó al
gobierno de su entidad federativa por la vía de una “consulta popular” o
la designación de autoridad alguna. Ganaron con votos.
Hay preocupación no sólo porque se vulnere el pacto federal sino porque
el gobierno y los recursos públicos se pongan, de manera anticipada, al
servicio de MORENA rumbo a las elecciones intermedias del 2021 y no al
servicio de la gente.
En la práctica, los «súper delegados» serán operadores electorales, pues
además de fungir como enlace entre el gobierno federal y los estados,
tendrán el control presupuestal de los programas sociales y la lista de
beneficiarios de éstos. Hay casos como en
Veracruz, por ejemplo, que el próximo «súper delegado» será
precisamente el actual dirigente estatal de Morena; en el Estado de
México lo será quien apenas hace un año fue la candidata de MORENA a la
gubernatura de esa entidad. ¿Así o más claro?
A partir de su controvertida campaña electoral, no creíamos que pudieran
ganar la presidencia y la ganaron; no creíamos tampoco que se fuera a
cancelar el proyecto del aeropuerto en Texcoco y se canceló; tampoco
dimos crédito a la desaparición de instituciones
como el Estado Mayor y lo hicieron. Decíamos que no habría más inútiles
consultas ciudadanas y este fin de semana se realizó la segunda.
Es hora de empezar a tomar en serio las amenazas del nuevo gobierno y su partido.
PD: Un nuevo agravio a la institución del municipio se gesta en
Veracruz: los 212 alcaldes de la entidad ya fueron notificados que todos
los días, partir del 2 de diciembre y en punto de las 8 am, deberán
estar presentes en sus respectivas cabeceras distritales
para una «evaluación» en materia de seguridad y otros menesteres. No
omito señalar qué hay cabeceras distritales que están a más de dos horas
de los municipios cuyos alcaldes deberán acudir.
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