Esta semana, en la Cámara de Diputados aprobamos la creación de la
Guardia Nacional. Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI
votamos a favor de ésta, a fin de comenzar a la brevedad una suma de
esfuerzos que nos permita preservar la seguridad de todos
y cada uno de los mexicanos.
Hace apenas unos días, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI) dio a conocer su Encuesta Nacional de Seguridad
Pública Urbana, la cual arrojó que 9 de cada 10 mexicanos se sienten
inseguros en su ciudad.
Diariamente hay asesinatos, feminicidios, secuestros, asaltos y
extorsiones a lo largo y ancho del país; es una crisis de seguridad
pública que hay que resolver y que nos obliga a actuar de inmediato, a
dejar de lado las diferencias políticas, a trabajar solo
por el interés nacional.
Diversos estudios, como Consulta Mitofsky, revelan que una enorme
mayoría de los mexicanos, de las cinco regiones del país, consideran
correcta y necesaria la participación del Ejército en el combate a la
delincuencia organizada y nosotros también lo creemos.
Votamos a favor de la Guardia porque propusimos y logramos que no se
militarizara al país, lo cual era un reclamo social, por lo que ésta
nace como una institución policial con mando civil. Estará integrada por
la Policía federal, Militar y Naval, adscrita
a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con una dirección
civil y disciplina militar.
Lo más importante: eliminamos la posibilidad de que el Ejecutivo Federal
regule, mediante decretos, la Guardia Nacional o que dispusiera de
policías auxiliares de los Estados y de los cuerpos de seguridad
privada, con el fin de evitar el monopolio de las fuerzas
policiales. Adicionalmente logramos la incorporación a la reforma que
recién aprobamos, un mecanismo que evalúe la actuación de la Guardia
Nacional, a cargo del Senado de la Republica.
Otro de nuestros logros como bancada fue la eliminación de un artículo
transitorio, lo que evitó que se disminuyeran las participaciones
federales de los estados en materia de seguridad; esto permitirá a las
entidades seguir fortaleciendo las capacidades de
sus policías.
A propuesta de los gobernadores priistas, se eliminó la facultad
exclusiva del Presidente de disponer de la Guardia Nacional; es decir,
ahora con las acciones impulsadas por el PRI, los gobiernos estatales
podrán solicitar la colaboración de la Guardia Nacional
en sus entidades, además de que el Presidente tendrá la obligación de
presentar un informe anual sobre el funcionamiento y los avances que se
tengan. Nosotros también promovimos que la formación, capacitación y
desempeño de sus integrantes se rija por una
doctrina policial, con irrestricto apego a los Derechos Humanos y con
enfoque de género.
Así también, los integra del grupo parlamentario del PRI solicitamos, y
se aprobó, el fortalecimiento de las instituciones policiales del país,
por lo que la Guardia Nacional no será la única estrategia a seguir en
el combate diario a la delincuencia, además
de que se destinarán recursos a los Estados para la seguridad y para el
funcionamiento de la Guardia. Y aunque esta tiene facultades de
investigación, logramos que éstas se sujeten a la conducción del
Ministerio Público, asegurando un respeto al marco jurídico
y a nuestra Constitución.
En el PRI reconocemos la necesidad de contar con instituciones sólidas y
eficaces que garanticen la seguridad de los mexicanos, el combate a la
violencia y al crimen. Abatir los índices delictivos es, sin duda, una
prioridad y responsabilidad de todo gobierno
a la que nos debemos sumar.
Tenemos claro que la Guardia en sí misma no es una solución al combate a
la delincuencia, pero que sí es parte importante de la misma; no hacer
nada era inaceptable.
Desde el Grupo Parlamentario del PRI seguiremos trabajando para que el
país cuente con un modelo integral de seguridad pública que incluya
prevención, investigación, formación de fuerza policial, municipal y
estatal. Aprobar la creación de la Guardia Nacional
fue un primer paso en este nuevo intentó para pacificar al país.
Aprobamos la creación de la Guardia Nacional para que el Ejecutivo
Federal no tenga pretextos para justificar un potencial incumplimiento
de su obligación de combatir eficazmente al crimen y disminuir los
índices delictivos, para garantizar la tranquilidad
a las familias de México. Nosotros como legisladores ya cumplimos,
ahora le corresponde al gobierno federal dar los resultados que
prometieron en campaña.
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