Desde sus inicios como maestro de aula, Tonatiuh Paredes Rangel demostró una ambición desmedida y una habilidad innata para la manipulación. Su incursión en la política con el extinto partido Nueva Alianza marcó el inicio de una serie de acciones cuestionables.
Extorsión y estafa, el Inicio de la fortuna
Como regidor del H. Ayuntamiento de Poza Rica, Paredes Rangel, amparado por el entonces alcalde, utilizó su posición para extorsionar a empresarios, exigiendo aportaciones onerosas a cambio de favores políticos. A sabiendas de que su candidatura a diputado federal estaba destinada al fracaso, estafó al empresariado, embolsándose cifras millonarias bajo el escudo de Nueva Alianza.
El autosecuestro, una estrategia para evadir la justicia
Ante la creciente molestia de empresarios y maestros defraudados por el cobro de comisiones ilegales, Paredes Rangel orquestó su propio secuestro. Esta farsa le permitió ausentarse durante meses de sus responsabilidades como regidor, evadiendo así las consecuencias de sus actos.
SIRMA: Un imperio construido sobre la traición y el engaño
Tras su retorno, Paredes Rangel aprovechó la vulnerabilidad de los docentes de la zona norte de Veracruz para fundar el Sindicato Independiente de Regeneración Magisterial (SIRMA). Traicionando a sus antiguos líderes del SNTE 32, se erigió como líder magisterial, manipulando a los maestros y cobrando cuotas exorbitantes a cambio de falsas promesas de solución a sus problemas.
Nepotismo y enriquecimiento ilícito, el sello de SIRMA
Paredes Rangel ha convertido a SIRMA en un negocio familiar, comisionando a todos sus parientes en el sindicato y viviendo a expensas de las cuotas de los maestros. Su enriquecimiento ilícito es evidente, mientras que los docentes continúan esperando soluciones que nunca llegan.